El pasado mes de Julio realizamos la ascensión del Aneto, la montaña mas alta de los Pirineos que con sus 3.404 mts constituye la mayor altura de nuestros queridos Pirineos.
La reserva la hicieron con bastante antelación nuestro simpático grupo de 8 personas, ante lo numeroso del grupo pido colaboración a Iván, otro guía de Benasque que dedica buena parte del verano a realizar dicha ascensión. Con un ratio de 1-4, y con unas condiciones excepcionales nos garantizamos una ascensión segura.
En un primer momento el fin de semana se presentaba revuelto pero la buena suerte hace que contemos con una ventana de buen tiempo que nos permitiría afrontar el ascenso con unas mínimas garantías.
Quedamos pronto con nuestro grupo en el Refugio de la Renclusa, acudimos a nuestra cita y los encontramos preparados en la puerta del Refugio e impacientes por acometer la subida. La cima del Aneto nos aguarda.
Debido a las condiciones y a la falta de nieve hasta el Portillon superior, decidimos subir al collado de la Renclusa y de allí dirigirnos al Ibón del Salterillo, cuya subida es mucho menos dura que por la vía clásica aunque mucho mas perdedora.
Subimos a buen ritmo, sin prisa pero sin pausa, llegamos al glaciar del Aneto donde nos equipamos con crampones y colocamos los arneses, la presencia de nieve así lo precisa.
Llegando al collado de Coronas vemos como baja una piedra del tamaño de un coche baja deslizando por el glaciar a gran velocidad, levantando nieve, por suerte la vemos y nos detenemos, viéndola pasar a una veintena de metros delante de nosotros hasta impactar con otras piedras y así detenerse.
Una vez en el collado subimos con precaución pero sin encordar debido al buen estado de la nieve, y así llegamos a la antecima. Tenemos la cumbre a tiro de piedra solo nos separa el conocido Paso de Mahoma. Aquí nos encordamos cada uno con 4 personas. Nada mas empezar una chica de mi cordada decide darse la vuelta, no lo ve claro, la montaña es así, nos ayuda a conocernos y saber nuestras capacidades y nuestros miedos. Continuo con 3, Iván va delante, vemos su alegría cuando alanzan la cumbre, en pcos minutos somos nosotros los que tocan la cruz del Pico que marca su cumbre. Nos sacamos las pertinentes fotos, todos contentos por alcanzar la cumbre con el esfuerzo que conlleva. Pero en la montaña hay un dicho muy cierto, «La cumbre es la mitad del camino». Todavía nos queda pasar otra vez por el Paso de Mahoma y bajar hasta Aigualluts.
Siempre es conveniente guardar fuerzas para la bajada y no darlo todo por la cumbre. El cielo se empieza a cubrir, las nubes no nos dejan ver las vistas pero es algo habitual en la alta montaña.
Comemos algo y emprendemos la bajada hasta Aigualluts, una vez allí nos toca descalzarnos para cruzar el rio. Que fría esta el agua! pero para nuestros pies es un alivio después de tanto rato metidos en las botas de montaña.
Una vez allí continuamos hasta la Besurta donde acaba nuestra salida. Todos cansados pero contentos de haber coronado la montaña mas alta de los Pirineos.